Inauguramos sin inaugurar

El día 18 de marzo estaba marcado en nuestra agenda con muchas exclamaciones. Llevábamos meses diseñando, planificando y soñando cómo sería ese primer encuentro. La obra estaba acabada, los ponentes, el catering, las invitaciones,… todo estaba a punto. En la última reunión para coordinar los detalles habíamos acordado quedar el lunes 16 para hacer el ensayo general: había que probar los equipos, determinar la disposición del mobiliario y comprobar que todo estaba en su sitio. ¿Quién nos iba a decir que esa reunión iba a ser la última en varias semanas?

Cierre de colegios, recomendaciones de quedarse en casa, estado de alarma, confinamiento, reducción de la movilidad… eran expresiones nuevas para todos. Ahora estamos tan familiarizadas con ellas que nos resulta extraño pensar que hubo un tiempo (hace tres semanas) en que la vida se planificaba con total normalidad y que dábamos por sentado que lo que aparecía en nuestras agendas era lo que iba a ocurrir.

Como era lógico, tuvimos que aplazar nuestro acto de inauguración y el jarro de agua fría cayó sobre nosotros como sobre el resto de la población. ¿Y ahora qué? (curioso título para nuestro evento) ¿Cómo nos tomamos esta paralización? ¿Qué hacemos con lo que tenemos? ¿Cómo inauguramos?

Videoconferencias, llamadas, miles de mensajes cruzados entre unos y otros para que apareciera uno de nuestros puntos fuertes: la flexibilidad. Había que pensar de manera alternativa ante esta coyuntura. ¿Y si inauguramos sin inaugurar? Manos a la obra. Recogimos todo el material y confeccionamos una revista para hacer públicas las reflexiones que iban a tener lugar en la mesa redonda de nuestro acto inaugural.  Aceleramos el concurso de logos que ya estaba en marcha; nos pusimos a diseñar la nueva página web y nos propusimos que nuestra cuenta de Twitter sería nuestro altavoz provisional. Todo encaminado a poder inaugurar sin inaugurar.

En tiempos como estos no hay recetas: igual que los profesores han tenido que adaptarse, igual que las familias lo han hecho (y los zapateros y merceros y albañiles y casi todos los gremios lo han hecho), nosotros también. Aquí empieza esta andadura de LinkSpace en tiempos virtuales. Una revista virtual, una web, una cuenta de Twitter y todas nuestras ganas.

Por eso, nos complace informaros de que queda oficialmente inaugurado (sin inauguración) nuestro espacio de unión llamado LinkSpace.

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